viernes, 12 de febrero de 2010

Conmemorando al amor

Tal vez les venga valiendo pepino, pero les informo que soy muy creyente de Dios y soy católico y hace unas semanas escuche en misa algo que en verdad me va a ayudar a conmemora al amor, como yo no tengo algo mejor que exponer, los dejo con lo siguiente:

“Hermanos: Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor a todos. Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que resuena o unos platillos que aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los misterios, aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque yo repartiera en limosna todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites.
El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se acabará; el don de lenguas desaparecerá y el don de ciencia dejará de existir, porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos. Pero cuando llegue la consumación, todo lo imperfecto desaparecerá.

Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño y pensaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, hice a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente, pero después será cara a cara. Ahora sólo conozco de una manera imperfecta, pero entonces conoceré a Dios como él me conoce a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres.”

Que pasen un buen día del amor y la amistad.

Conmemorando a la amistad

Entre todas las cosas disfrutables que tiene la vida, la amistad me representa una de las mejores; esas sensaciones de confort, de confianza, de diversión, de compañía, de empatía, de simpatía, de un sin número de agradables sentimientos que se tienen por un ser vivo.

Me siento afortunado de vivir y de conocer la amistad; me siento grande al recordar a todos mis amigos y revivir momentos que han dejado con su convivencia, me siento motivado a seguir construyendo mi vida, siempre en compañía de mis amigos y siempre viviendo la amistad como yo la conozco, como yo la entiendo, como yo la disfruto, es decir como el eje principal de la humanidad.

Sé que me puedo leer muy ñoño, pero con lo anterior pretendo decir en unas pocas líneas que la amistad es una gran parte de mi vida, que la conmemoro, pero principalmente quiero decirles mis amigos, que son importantísimos para mi, que los respeto, que los quiero y que agradezco infinitamente su tiempo, cariño, enojos, alegrías, consejos, pedas, crudas, viajes, regalos, convivencias, estudios, juegos, películas, apuestas, comidas, reflexiones, locuras, competencias, simplezas, risas, peleas y reconciliaciones; gracias, muchas gracias.

Preámbulo para las próximas entradas


Este mes, y siendo más específico: el 14 de febrero, es una fecha que nos guste o no, siempre llama nuestra atención, y la manera en la que se aborda este día es realmente muy variada; solo por mencionar algunos ejemplos les diré que yo conozco a las clásicas personitas (ya muy generalizadas) que dicen –esto es pura mercadotecnia, el 14 se inventó para incentivar el consumo de cosas pendejas e inútiles–. Están también los que compran globos, toneladas de chocolates y rosas para dárselos a sus novias, novios, amantes, concubinas, frees, etc. También los que compran condones (en el mejor de los casos) y se van con sus secretarias a algún hotel tlalpeño a tener sexo estilo monos (en este año no podrá ser, porque cae domingo; a menos claro que la esposa sea muy pendeja y crea que el marido tiene que ir a trabajar en domingo; o bien que sea muy cabrona y que cuando el güey se vaya, ella arme tremendo festín con algún güey). Tampoco falta el chavito que espera el día para ir a pedirle a una pubertita que afloje, pero con las preguntitas de: – ¿quieres ser mi novia? – o – ¿quieres andar conmigo? –. Los que se van a un restaurante (45.46% de la veces, restaurante italiano, (un amigo mecatrónico me dijo que si ponía porcentajes me creerían más)) y usan velas y comen algo especial por el día especial. O aquellos que no tienen ni quien los pele y se deprimen, o a los que no los pelan tampoco, pero les vale pito la fecha. En fin, hay un sin número de formas de tomar el 14 de febrero y creo que con lo anteriormente descrito, el punto ha quedado muy claro.

Pues bueno, yo en realidad no les diré como paso los catorces de febrero, pero lo que sí haré serán dos entradas; una que conmemore la amistad y otra que conmemore al amor, se que puede sonar muy putote y afeminado, pero es mi pitero blog y creo que ya solo yo lo leo, así que yomismo aguántate!!. Y sí, lo hago en este mes porque para eso alguien lo inventó (no el mes, sino que a la mitad del mismo, se celebre el día del amor y la amistad); y me revientan las criadillas todos los que dicen – no hay que esperar este día, todo el año es amistad y amor – o bien –no hay que ser borregos; para mi el 14 de febrero es como otro día normal –; pues me vale madre yo lo hago en este mes y punto.