Muñecas inflables en casas de citas

La congruencia es un “algo” que creo la gente y las instituciones buscan en pos de ser mejores. No sé cómo definir ese “algo”, no sé si es una virtud, pero en realidad a mi me lo parece.

Lo anterior lo digo porque hoy por la mañana escuché de un gran amigo, que espero siga siendo lector de este desértico blog, la frase “muñecas inflables en casas de citas” seguramente lo decía en broma, no creo que exista lugar tan bizarro en el mundo jaja; pero el chascarrillo me dejó pensando  y con eso  en mente salí de la casa. En la calle vi que de verdad estamos rodeados de muchas de esas casas de citas incongruentes; compañías que anuncian productos que no tienen nada que ver con los que venden,  gente que reclama paz pero atiborra de mentadas de madre a conductores vecinos, taqueros que esperan tener muchos clientes pero no tienen un atisbo de higiene, gente con el agua hasta las rodillas por las inundaciones pero que siguen tirando la basura en la calle, y hasta la clásica, de los políticos que no cumplen lo que prometen.

Esa incongruencia de la que hablo, tuerce, engaña, genera desconfianza y resentimientos,  termina con las ilusiones y la fe de las personas. Sí, la incongruencia es la culpable, porque lo malo no es tirar la basura en la calle, sino decir: -yo nunca haría eso; lo malo no es vender una crema que calma el dolor de espalda, sino anunciar que es casi una cura para la diabetes, o al menos esa es mi idea.

La congruencia para mi es símbolo de madurez, de una personalidad definida, de confianza en sí mismo, de caballerosidad, no con las féminas, sino lo que los ingleses llaman chivalry, es decir ser bien machitos y cumplir y actuar en congruencia con lo que se dice y piensa; y por supuesto que esto de ser bien machitos aplica a las mujeres también, y sí, es inverosímil pero que le voy a hacer.

Así que como dice la canción por eso y muchas cosas más me invito a mi y a algún despistado que lea esto, a derrocar todas las incongruencias que nos acompañan de a diario, haz exactamente lo que dijiste que ibas a hacer (o al menos inténtalo con toda la actitud), yo te estoy y me estoy invitado no a ser mejor, sino a ser bien congruentes; por ejemplo si sabes que eres un borracho asqueroso no digas que ya no vas a tomar, aunque tengas la intensión, mejor di: me voy a poner hasta la madre. Si eres político y sabes que no vas a hacer todo bien, di la neta: me voy a chingar una lana, pero algún hospitalito haré. Si eres carpintero no le digas al cliente que vas a tener su mueble el viernes, si sabes bien que te va a valer madres y que puede que no lo termines, mejor dile: La neta soy un poco huevón, y sí voy a hacer su mueble pero hasta que me den muchas ganas de hacerlo, eso puede ser mañana o dentro de dos meses. Bueno para terminar al más puro estilo de este blog, es decir, mal y vulgarmente: “Don't let your mouth write a check that your ass can't cash!”