Domingo 25 de junio de 2028, hoy cumplo 45 años. Mi esposa sabe que no me gusta mucho celebrar mi cumpleaños, y que aunque no me gusta pasar desapercibido, prefiero que sea como otro día común y corriente; por eso, al despertar solo me da un abrazo y me entrega una cajita con un regalo -tal vez no muy útil- pienso. Artura mi hija de 12, decide darme una sorpresa llevándome un consomé de barbacoa a la cama, cuando me lo entrega, se le derrama un poco y me quema los testículos; –está bien hija ya dámelo- le digo con expresión tolerante forzada. Veo a Artura y a su mamá, me siento feliz pero no cien por ciento a gusto; cierro nuevamente los ojos, y me empiezo a preguntar qué hubiera pasado si esto fuera diferente…
Domingo 25 de junio de 2028, hoy cumplo 45 años. Hoy no me la quiero pasar solo, -le hablaré a Ptolomea a ver si quiere ir a comer a algún lado- pienso; mientras contesta el teléfono sigo hablándome en silencio: -33 años, divorciada, sin hijos, que buen partido, qué más puedo pedir?- Por fin contesta, yo sigo con la mirada perdida y ella al observarme por el videoteléfono hace cara extraña. -Hoy es mi cumple, quieres ir a comer a algún lado conmigo?-le pregunto; -no puedo, quede de ir a ver a mi mamá, pero te quiero mucho te mando un abrazo, pásala genial- responde apresurada. Pinche Ptolomea ella se lo pierde; comienza la peda, destapo un Juan el moreno que tengo guardado y en 45 minutos ya se fue la mitad de la botella, me apresuro a servirme otra, y cuando acabo, otra y otra hasta llegar al final. Es mi cumpleaños –hoy me voy a tomar el etiqueta titanio de mi colección, no todos los días se cumplen 45 años-, sin darme cuenta se vacía también la botella, me encuentro extremadamente ebrio y extremadamente triste y me empiezo a preguntar qué hubiera pasado si esto fuera diferente…
Domingo 25 de junio de 2028, hoy cumplo 45 años. Los huéspedes de esta pensión donde ahora vivo son muy buenas personas; bajo a desayunar y me tienen listo un pastel, lo parto, cantamos las mañanitas y después del bullicio se oye fuerte: -Don Arturo, Don Arturo ra ra ra!!!- ¬¬¿Cuándo me convertí en Don Arturo? ¿Por qué se saben las mañanitas y las porras?. Salgo a caminar por la ciudad y mientras me como un “sándwich de lomo”, veo el obelisco; -que jodidamente rica está esta pinche torta. Buenos Aires, quién hubiera creído que terminaría aquí- platícome. Al anochecer camino por la recoleta y comienzo a cantar: -Volver con la frente marchita las nieves del tiempo, platearon mi sien, sentir que es un soplo la vida, que 20 años no es nada que febril la mirada…- cuando de pronto dos tipos drogados me abordan, me piden dinero y después de dar todo lo que tengo me sueltan dos balazos al estomago con un arma de fabricación casera, me desangro, siento frio, me duele, se me empieza a ir el dolor, más frio y es justo cuando me empiezo a preguntar qué hubiera pasado si esto fuera diferente…
Veo la hora, son las 7:11 pm, se me fue el tiempo gachísimo; pero afortunadamente es el día 14 de enero de 2010; tengo 26 años y si Dios así me lo permite tengo tiempo para poder construir un domingo 25 de junio de 2028 diferente.
jajaja ora si t la restiraste brother ora ya hasta profeta resultaste en fin muy buena la idea aunq algo tragica hubieras podido poner "era el año 2028 tenia cuatro viejas a mi lado, cagaba el dinero tenia propiedades en todo el mundo habia ganado todos los premios nobel y me habia cagado en la puta madre de todos los malditos q se interpusieron a lo largo de mi camino estos años" pero bueno fue tu idea y t quedo chido !!suerte, sigue asi!!
ResponderEliminarJaja, carnaval!!! si apenas puedo con los disciplinarios del doctorado, ni qué decir de premio nobel.
ResponderEliminarGracias por el comment te mando un abrazo